Mi columna para Mujer Sustentable
Más de alguna vez debes haber escuchado esta frase en alguna parte: Somos todos uno, formamos parte de lo mismo, tenemos un mismo origen.
De dónde venimos? A dónde iremos cuando nuestra historia en esta vida termine?
Estas preguntas muchas veces suenan existenciales y alejadas de nuestra realidad; sin embargo, he visto que son mucho más cotidianas de lo que podríamos pensar.
Somos todos UNO y UNO somos todos es un circulo virtuoso de cotidianeidad.
Llevo varios años trabajando en mi crecimiento personal, en entender mis nucleos y motores más profundos. En ese camino de ir conectando conmigo, y de ampliar mi conciencia para entender quién soy realmente, fue inevitable ampliar los límites de mi ser, conectar con la empatía y con la unión a otros. Y cuando digo a otros no me refiero solamente a otro humano, me refiero a otro como la existencia, un ser vivo, un árbol, una plata, un río, la tierra. Mientras más cerca me siento de mi, más cerca me siento de todo.
Lo lindo del círculo que les conté es que en este camino he podido conocer a muchas personas con intereses similares, todas nos encontramos donde mismo: en un profundo amor a la vida, a la existencia. Lo que me gusta es que hay quienes llegaron por el camino de la tierra, del amor a las plantas, a los animales, a los seres vivos y eso las encontró con sus núcleos y motores más profundos.
Lo que me hace pensar en que hay una circularidad de la existencia que nos permite encontrarnos por distintos caminos, pero llegar a un mismo lugar donde podemos experimentar la realidad de ser todos UNO.
Entonces me surge la pregunta de si conciencia y sustentabilidad son dos caras de una misma moneda: El amor. Amor por uno mismo y amor por los demás.
